Hoy no soy

Y aquí va de nuevo la insoportable levedad del "ser"...

Hoy es uno de esos días en que pienso más de lo debido en los razonamientos sobre la esencia y la sustancia de Heidegger, y me dabato entre el ser y la nada. Me hartan  las dicotomias, pero ya estoy tan condicionado que no puedo más sino advertirlas y ceder a esa fuerza biológica, esa bestia en mi interior que siempre termina venciendo cualquier atisbo de razón. Hoy no sé ni lo que quiero sentir, o si quiero sentir algo, pero hay poco que escoger y sí mucho que sentir. 

Poco a poco me agoto, mi llama se extingue hasta limites nunca antes imaginados. Siempre miro desde fuera del ruedo y temo por el día en que la mecha se haga polvo y ya nada pueda avivarla de nuevo. Ese día será el día del ser, en el que seré más que nunca. No entiendo de que manera se derraman mis energías y escabullen entre los espacios de la vida, es un proceso ensombrecido y un tanto misterioso al cual no tengo acceso por más que me esfuerce, pero del cual sí percibo el resultado y es éste un desgano infinito por todo, por ser y por no ser. 

La mente se encuentra constipada y casi en estado catatónico, cuesta pensar, incluso estas palabras cuestan, seguramente sonaran sin sabor, pero no hace falta entender nada aquí. La compañia o la absoluta soledad ya no producen más que la cotidiana recreación de una obra, que comienza una y otra vez, en la que mi papel es espectador y también estrella, vivo improvisando como vivir, pero ni sé que es improvisar y mucho menos que es vivir, amo las paradojas pues son contrarios a la razon y van incluso mas alla de la misma conciencia. 

En días como hoy he perdido incluso la costumbre de nutrirme, de satisfacer a mi cuerpo, porque el problema es la mente, que todo lo quiere intentar comprender, reducir, darle un sentido, y cuando se encuentra con lo absurdo de la realidad, entonces se esfuma y se dispersa como queriendo escapar a lo ininteligible pues le teme a lo que desconoce y mucho más a lo que no se deja conocer.

En estados tales ya no sén no sé ser, es estar petrificado como algun tipo de sacerdote inquisidor al cual el tiempo ha sabido conservar bajo la tierra. 

No puedo más, no puedo continuar más, las palabras pesan demasido, todo se torna inverosimil, necesito descansar...porque hoy, justamente hoy, no soy...












Nakamoto

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